Imagen de José Carlos Rosales (Delaware, USA, abril de 2012) |
casi nunca le puso gasolina a su coche,
un coche negro, antiguo:
¿no saben dónde está?,
estará en algún sitio donde nadie lo busque,
ya lo dije: parecía desnutrido,
y pesaba tan poco
que el viento habrá podido arrastrarlo, llevárselo,
seguro que se habrá disgregado
y será transparente como el agua o el aire,
estará por ahí, volando por el cielo,
¿qué más da dónde esté?
Se levantó del taburete frotándose las manos
y se quedó en silencio, yo me acerqué a la puerta:
mi despedida fue
volver la cara y encoger los hombros,
de nuevo regresé a la calle:
la noche comenzaba otra vez a ser fría.